Hoy me has hecho recordar. El porqué no lo sé. ¿Un pronto? Quizás. Lo cierto es que me ha embargado una necesidad brutal de dirigirme a ti; de homenajearte; de agradecerte, en parte.
Confieso que mientras escribo siento la tentación de abandonar. Siento desgana, un vacío aburrido. La inspiración me abandona. Sin embargo, dentro de mí hay algo que me pide a gritos que continúe. Me pide que te lo haga saber.
Necesito subirme a tu barco; soñar por un rato. El tiempo no ha pasado en vano, pero me ha arrastrado a cierto sinsabor… No preguntes, no lo sé. Yo tampoco entiendo. Ya hace tiempo que dejé de fijarme en las estrellas. Hace tiempo que dejé de sumergirme en los sinsentidos de la mente, y del corazón.
Necesito pronunciar, aunque sea sólo un rato, tus palabras. Corretear entre tus huellas; ¿volar? Eso no estaría mal. Así podría abstraerme hasta el estado que hoy te reclamo. A ti, que vives en un mundo muy lejano al mío. No preguntes, no lo sé. Yo tampoco entiendo.
Necesito hundirme en los brazos que un día extendiste sólo para mí. Preguntarle al mar dónde quedó eso. Nada más eso. No pretendo que sea un viaje largo. No demando tu atención, pues sé que en amistad no escatimas. Tan solo guíame a ese lugar donde un día abandoné mi autenticidad.
Aprovecho ahora que duermes, para que me escuches mejor. Permíteme subirme a tu barco. A solas, como polizón. Sólo quiero escucharte. Cerrar los ojos y dejarme llevar… Eres inmensamente grande.
2 comentarios:
Desvirgo tu blog como una buena amiga "de verdad", diciéndote que esta primera entrada es impresionante, y que como mantengas el nivel (y no espero menos) voy a flipar. Ya estás añadida a mis favoritos, así que te aseguro una lectura continuada. Espero grandes cosas de ti, amiga, y sé que cumplirás con mis expectativas, me alegro de que te hayas decidido a deleitarnos con una pequeña muestra de lo que pasa por tu cabecita.
Un beso enorme!
Vaya, realmente inspirador. Me has hecho pensar, una vez más.
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